Ya desde el antiguo Egipto se practicaban los bautizos en arcilla.
Existe la lutoterapia y la argiloterapia. La primera se refiere al uso externo del barro o arcilla, ya sea en aplicaciones sobre la piel, heridas, hematomas, infecciones, etc. La segunda es de uso interno, para lo cual se prescribe la ingestión de pequeñas cantidades de caolín como remedio para trastornos estomacales, úlceras, etc.
El barro o lodo (lutum) posee sulfatos, flúor, sales solubles de hierro, sulfato de calcio, etc. El baño de arcilla restablece la armonía psíquica alterada por el ritmo de la vida insana que carga al ser humano de preocupaciones, estrés, exceso o falta de trabajo, etc. Es una experiencia catártica, que nos lleva a tomar conciencia de nuestra energía vital. El baño iniciático es arte corporal.
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